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Category Archives: Literatura de la lejana Asia

«Los restos del día», de Kazuo Ishiguro, es una novela corta ambientada principalmente en 1930, en el período entre guerras, cuando el mayordomo Stevens trabajaba en la mansión inglesa de Darlington Hall, en su época de mayor esplendor.

En esa época en Darlington Hall se reunían personas influyentes, intentando modificar el destino de Europa luego de la primera guerra mundial.

La historia comienza años después de sus épocas de gloria, cuando la mansión es adquirida por el estadounidense Mr. Farraday, el personal se ha visto reducido al mínimo, y Stevens emprende un viaje por el interior del país para convencer a Miss Kenton, quien fue hace años ama de llaves de Darlington Hall, de volver a trabajar con él.

La novela es en realidad una introspección de Stevens -está narrada en primera persona-, que a lo largo del viaje escribe una especie de diario donde recuerda su pasado y reflexiona sobre cómo ser un buen mayordomo.

La extrema fidelidad hacia su Lord, su país y sus ideales, lo llevan a tener como único objetivo en la vida servir, con dignidad, a la casa de Darlington Hall.

Me encantó el libro. Es una novela corta, interesante y muy divertida, que nos hace reflexionar sobre la fidelidad, la amistad y el amor, y cómo a veces la vida se nos pasa y nos perdemos lo más importante.

Cita del libro

Después de todo, ¿qué se gana con estar mirando siempre atrás? ¿Con culparnos del hecho de que la vida no nos haya llevado por el camino que deseábamos? Por duro que parezca, la realidad para la gente como ustedes o como yo es que no tenemos más opción que dejar nuestro destino en manos de esos grandes personajes que guían el mundo y que contratan nuestros servicios. ¿Para qué preocuparse tanto por lo que deberíamos haber hecho o dejado de hacer para dirigir el curso que tomaban nuestras vidas?

Estimados lectores:

Kitchen, de la escritora japonesa Banana Yoshimoto, presenta la historia de la joven Mikage, ya huérfana de padres, que sufre la muerte de su abuela, su única familia en el mundo.

Creyendo estar condenada a vivir en soledad, inesperadamente golpea a su puerta Yuichi, un muchacho conocido de su abuela, que le ofrece alojamiento en la casa que comparte con su madre Eriko. Al poco tiempo descubriremos que la hermosa Eriko es en realidad su padre, que después de la muerte de su esposa decide convertirse en mujer y trabajar en un club nocturno.

La cocina, título del libro, es el refugio de Mikage, donde se siente a salvo. Además, las cocinas de la gente le permiten conocer cómo realmente son.

El trasfondo de la historia es la natural soledad, física y emocional, del ser humano, por momentos compensada por sentimientos como el amor, la amistad y el compañerismo que la vida por suerte nos pone en el camino.

Cita del libro

Al tener a alguien cerca, la soledad es más cruel.

Nacida en 1926 en Osaka, Japón, es una de las escritoras más aclamadas e influyentes de la literatura japonesa, ganadora de varios premios naciones e internacionales.

Durante el período conocido como “guerra del Pacífico”, conflicto desarrollado entre 1939 y 1945, y que forma parte de la segunda guerra mundial, la adolescente Taeko debió trabajar en una fábrica de municiones. Entre el trabajo y los estudios, debía escribir de noche.

En 1947 se graduó en Economía, aunque se mudó a Tokio para iniciar su carrera en letras, uniéndose a un grupo literario dirigido por Niwa Fumio. Aunque su carrera se vio algo demorada por sus problemas de salud -padecía de tuberculosis- en 1961 comenzó a publicar sus cuentos en revistas.

Su obra presenta las dificultades de la mujer japonesa en una sociedad patriarcal, revelándose contra los modelos tradicionales. Son temas comunes en varias de sus obras las pretensiones de sumisión de la mujer al hombre, el cuestionamiento del instinto maternal, las prácticas sexuales alternativas y como el sadomasoquismo.

Y aquí les dejo dos artículos donde se explica cómo es el estilo de la escritora:

  1. https://www.laprimerapiedra.com.ar/2022/02/caceria-de-ninos-taeko-kono/
  2. https://www.theparisreview.org/blog/2018/11/15/the-shocking-subversive-endings-of-taeko-konos-stories/

Obras

En español hasta el momento solo se ha editado “Cacería de niños”, el compilado de 9 cuentos que vengo de leer, pero según la versión japonesa de Wikipedia, y siguiendo la traducción automática de Google, las obras de Taeko son:

  • «Caza infantil” 1962. Incluye: Cazando infantes, Teatro, Dentro de la valla, Nieve, Cangrejo y Yendo de noche.
  • «Castillo de los sueños» 1964. Incluye: Castillo de los sueños, Pájaros, Cuando se desenreda, En la calle y Lejano verano.
  • «Amigo masculino» 1965.
  • «La última vez» 1966. Incluye: Última vez, Hormigas Takaru, Día de mañana, Michishio y Felicidad.
  • «Voz súbita» 1968.
  • «Kusaikire» 1969.
  • «Puerta giratoria» 1970.
  • «Drama Cumbres Borrascosas» 1970.
  • «Carne de hueso» 1971. Incluye: Carne de hueso, Lo que encontré, Mago, Peleando, Templado y Cofre Sawagi.
  • «Soumu» 1973.
  • «Milagro de la literatura» 1974.
  • «Sin relación» 1974.
  • «Mi punto de llanto» 1974.
  • «Aru Hibi» 1974.
  • «Viaje inesperado» 1975. Incluye: Bishoujo, Shunshu, Wakare, Grasa rencor, Vanidad, Días divertidos y Viaje inesperado.
  • «Sangre y conchas marinas» 1975.
  • «Literatura Tanizaki y deseo de afirmación» 1976.
  • «Istori Utto» 1977.
  • «Sunanori» 1977. Incluye: Jaula de arena, Un cuerpo, Chigo, Puerta de los demás, Pez de hierro y Hombre extraño.
  • «Verano distante» 1977. Incluye: Michishio, Se acerca el tiempo, Dentro de la valla y Lejano verano.
  • «Otro tiempo» 1978.
  • «Brujería» 1978.
  • «Pastoral del año» 1980. Incluye: Sangre y conchas, Pastoral del año, Caza infantil, Teatro, Nieve, Hermosa niña, Cangrejo, Jaula de arena y Pez de hierro.
  • «Sobre el estado de ánimo» 1982.
  • «Muchas veces» 1983.
  • «Mujer convertida en pájaro» 1989.
  • «Miira cosechando a Kitan» 1990.
  • «Nota de llama» 1992. Incluye: Nota de llamas, Aquel evento, Día de aviso, Antes y después y Razón para no enfadarse.
  • «La diversión de la literatura Tanizaki» 1993.
  • «Rana y aritmética» 1993.
  • «Reunión en Nueva York» 1997.
  • «Labios rojos, cabello negro» 1997. Incluye: Labios rojos, Frío, Muerte del presidente, Zhu Ji, En camino, Cabello negro y Día de llegada.
  • «La historia de más tarde» 1999.
  • «Secreto» 2000.
  • «Semi-propietario» 2001.
  • «Inesperado» 2002.
  • «Doce capítulos sobre los secretos de las novelas» 2002.
  • «El cordón umbilical es una medicina misteriosa» 2007. Incluye: Canción a la luz de la luna, Hoshitatsu, Ma y El cordón umbilical es una medicina misteriosa.
  • «Reversa», 2011. Incluye: Vida dotada, La habitación, En un país extranjero, Escarlata y Reverso.
  • «Impensable» 2015. Incluye: Gustos y disgustos, Voz de canción, Impensable, Poesía 3 y Diario.

Citas

Les dejo aquí unas citas de dos de los cuentos que componen «Cacería de niños», de Taeko Kōno.

El vínculo legal, la convivencia, el sexo y el amor eran supuestamente los cuatro pilares fundamentales de un matrimonio. Pero no eran suficientes: hace falta mucho más que cuatro pilares para sostener una casa. Ellos no le habían puesto techo, ni siquiera habían pintado las paredes… todo ese tipo de cosas que logran sostener una casa en pie cuando un pilar vacila. Su matrimonio no tenía nada que lo sostuviera. Su vida juntos no era más que una mera sucesión de días.

Cuento: «Últimos momentos».

Lamentó haberse acostumbrado a hablarle de aquella manera, y haberle dicho aquel día una vez más esas palabras que el hombre aceptó con gusto. Pero lo que hacía todo más triste, en retrospectiva, era que ella no tuviera por qué lamentarlo, si tomaba en cuenta la actitud que el hombre venía mostrando hacia ella desde hacía algún tiempo, como así también la rapidez con que había aprovechado a dar vuelta sus propias palabras. Y ese dolo la despojó de toda energía para perseguirlo.

Cuento «Carne con hueso».

Estimados lectores:

Hoy concluí el libro de cuentos “Cacería de niños”, de la japonesa Taeko Kōno.

La obra reúne nueve cuentos cortos, escritos casi todos entre 1961 y 1969, siendo el primero el que le da el título al libro. En ellos la autora aborda temas como la inminencia de la muerte, el rechazo a la maternidad, el efecto de traumas infantiles, la mezcla de placer y dolor y el odio irracional.

Las protagonistas son siempre mujeres de la edad de la propia autora al escribir los cuentos, alrededor de 35 o 40 años, y tienen un fuerte trasfondo sexual, casi siempre asociado con el placer proveniente del dolor físico o la humillación.

Los cuentos provocan al lector, generándole sensaciones encontradas. Como dice la contratapa del libro “Su estilo resulta tan vívido e intenso que el lector siente vértigo, culpa, y hasta un cierto peligro personal; pero sobre todo, una pasmada admiración por el milagro de estar frente a una obra maestra”.

En general no disfruto muhco leyendo cuentos, pero estos son totalmente recomendables.

A continuación, un resumen de cada uno de los cuentos.

  1. Cacería de niños: Una mujer expone su odio hacia las niñas y el fetiche que tiene con los niños.
  2. Una salida en la noche: Una pareja decide cruzar la ciudad en mitad de la noche, en busca de un matrimonio amigo que faltó a una cita especial, recordando su pasado y los lazos que los unen.
  3. Marea alta: Con la mudanza de su familia a una ciudad costera, la niña pierde contacto con la abuela, de la que años después descubre su verdadera historia.
  4. Nieve: Luego de la muerte de su madre, una joven mujer desentraña los traumas de su infancia, relacionados con la nieve.
  5. Cangrejos: Una enferma de tuberculosis, en cura de reposo en un pueblo de la costa, se embarca en la inútil búsqueda de un cangrejo para complacer a su sobrino.
  6. Una colonia de hormigas: Una pareja que no desea tener hijos. Un atraso y las emociones y problemas que dispara.
  7. Últimos momentos: El anuncio de su inminente muerte lleva a una joven a preparar todo para un futuro sin ella, pero también se replantea su vida conyugal.
  8. El teatro: En el teatro una mujer conoce a la extraña pareja de un jorobado y una bella joven, con los que entabla amistad y termina enredada en su peculiar historia.
  9. Carne con hueso: Luego de que su marido la abandonara, debe lidiar con los objetos que este dejó atrás, luchar contra los recuerdos y combatir sus propias obsesiones.

Saludos.

Mercedes

Estimados lectores:

Para un club de lectura en el que me inscribí leí «En la Tierra somos fugazmente grandiosos», primera novela de Ocean Vuong.


Está escrita bajo la forma de carta o extenso monólogo de Perro Pequeño, un joven de 30 años homosexual, vietnamita, criado en Estados Unidos, a Rosa, su madre analfabeta.

A través de la carta, Perro Pequeño exterioriza sus sentimientos y vivencias más íntimos, como su primer amor y descubrimiento sexual, o el acoso escolar sufrido, mezclados con retazos de su historia familiar, desde el casamiento de su abuela Lan con un norteamericano durante la Guerra de Vietnam (1955-1975), hasta la forzada emigración de la familia a Estados Unidos.

Con una madre y abuela iletradas y que no hablaban inglés, aunque abocadas a garantizar la subsistencia de la familia, Perro Pequeño asumirá desde muy temprana edad el cuidado de su familia.

Si bien está principalmente enfocada en la vida de una familia pobre inmigrante de Vietnam, es también un retrato de la otra sociedad norteamericana, aquella donde reinan las drogas duras, la discriminación, la pobreza y la muerte temprana.

La novela está en parte inspirada en la vida personal del autor, aunque en una mínima porción, como él mismo aclara.

Muy recomendable.

Ocean Vuong

Nacido en Ho Chi Minh (ex Saigón), en Vietnam, en 1988, emigró a los Estados unidos con su familia en 1990, tras pasar un año en un campo de refugiados en Filipinas.

En 2014 recibió una beca y comenzó su producción literaria, principalmente poemas.

«En la Tierra somos fugazmente grandiosos» es su primera novela, con algunos toques autobiográficos, pero principalmente ficción.

Link entrevista: https://circulodepoesia.com/2020/10/una-conversacion-con-ocean-vuong/

Link video entrevista (en inglés): https://www.primicias.ec/noticias/cultura/ocean-vuong-dolor-surge-belleza/


Saludos.
Mercedes

Estimados lectores:

He terminado de leer «Escucha la canción del viento» y «Pinball 1973», de Murakami.

Son dos novelas cortas muy lindas, de estilo típicamente Murakami, donde nos interrogamos sobre el complejo transitar desde la adolescencia a la primera adultez.

Ayer hablaba de Murakami con una fanática y me decía que en todas las obras hay un toque melancólico. Si bien yo no leí tanto como ella, lo puedo confirmar. Sus obras siempre tienen un toque sombrío, una tristeza omnipresente que fluye a través de las páginas, algunas veces de forma más evidente, pero en general de manera sutil, como pinceladas. Pero no es una tristeza que abruma. Simplemente nos deja pensando.

Otra característica que reconocimos en el estilo de Murakami es la simpleza. Al respecto, el japonés en el prólogo nos explica cómo llegó a ese estilo.

Parece que luego de la epifanía que lo llevó a escribir, Murakami dedicó varios meses a escribir la primera versión de «Escucha la canción del viento». Al releerla, una vez terminada, descubrió que era un fiasco, pésima literatura. Pero no se dio por vencido; decidió probar de escribir en inglés, para hacer algo distinto.

Como su vocabulario, estructuras y fluidez son mucho más pobres en inglés que en japonés, la novela fue claramente menos elaborada. El resultado fue un estilo directo, claro y frontal.

El paso siguiente fue «traducir» del inglés al japonés. En realidad no se trató de una traducción literal, sino de un «transplante», como lo llama Murakami. A través de este proceso encontró su estilo único, característico de toda su obra.

Saludos.

Mercedes

PD: El finde largo me voy afuera, llevando un libro corto de cuentos de Ernest Heminway: “The snows of Kilimanjaro”. Como es muy corto quizás me lleve uno más, pero todavía no lo elegí.

Estimados lectores:

El libro que estoy leyendo, y que pronto termino, es “Escucha la canción del viento y Pinball 1973”, de Haruki Murakami.

Si bien es una de las últimas obras publicadas del japonés, se trata de sus primeras producciones, escritas en 1978, cuando Murakami tenía apenas 29 años, y era dueño de un bar de jazz. Se trata en realidad de dos novelas breves, o novelettes, como el propio Murakami las denomina en el prólogo.

En “Escucha la canción del viento” nos encontramos con un joven estudiante universitario (el narrador), pasando las vacaciones de verano en su pueblo natal, intercalando largas noches de cerveza con su amigo “El Rata”, con tardes paseando con alguna jovencita, y eternas meditaciones sobre la vida.

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En “Pinball 1973”, la continuación de la historia, vemos al mismo estudiante, esta vez en su residencia universitaria en Tokio. Alejado del ocio del verano, ahora lo encontramos trabajando de manera independiente como traductor y viviendo en extraña comunidad con unas gemelas. En paralelo seguimos en contacto con “El Rata”, que se quedó viviendo en el pueblo y está iniciando una relación con una muchacha.

Me gusta mucho el estilo de Murakami. Con un tono descontracturado, relajado, nos plantea reflexiones del tipo filosóficas, enmarcadas en historias originales, muy realistas, pero siempre con algún toque surrealista.

Esos toque surrealistas que encontramos en la obra de Murakami, tienen parte de inspiración en su vida real. Por ejemplo, el día anterior al vencimiento de una cuota de un préstamo que no tenía forma de pagar, él y su esposa encontraron en la calle exactamente la misma suma que necesitaban. Con algo de culpa, utilizaron el dinero ajeno para saldar la deuda y mantenerse a flote.

En el prólogo del libro Murakami nos cuenta cómo fueron sus comienzos como escritor. Cambiando el orden “natural” de hacer las cosas en Japón en esa época (estudio, trabajo y casamiento), Murakami primero se casó, después comenzó a trabajar, para luego dedicarse a terminar sus estudios.

Luego de casarse y darse cuenta que la relación de dependencia no era lo suyo, decide pedir dinero prestado a distintas personas, y abrir un bar de jazz, ambiente de muchas de sus novelas, incluyendo sus dos primeras.

Si bien a Murakami siempre le fascinó leer, actividad que realizaba cada vez que tenía un minuto libre, decidió comenzar a escribir luego de una revelación, “una epifanía” nos dice él, que vivió durante un partido de béisbol. Así decide escribir, en los amaneceres luego de sus jornadas de trabajo en el bar, “Escucha la canción del viento”, cuya única copia envía a un concurso literario. Al poco tiempo se entera de que la novela quedó como finalista del concurso, evento que, junto con otra “epifanía”, lo impulsan a dejar todo y dedicarse a escribir a tiempo completo.

Y voilá Murakami: el escritor japonés contemporáneo de mayor reconocimiento mundial, y eterno candidato al Premio Nobel.

Saludos.

Mercedes

Estimados lectores:

Les dejo una cita del libro, que resume el tono reflexivo de la obra.

Es una realidad. Mientras vivimos, vamos criando la muerte al mismo tiempo. Pero esta es solo una parte de la verdad que debemos conocer. La muerte de …. me lo enseñó. Me dije: “El conocimiento de la verdad no alivia la tristeza que sentimos al perder a un ser querido. Ni la verdad, ni la sinceridad, ni la fuerza, ni el cariño son capaces de curar esta tristeza. Lo único que puede hacerse es atravesar este dolor esperando aprender algo de él, aunque todo lo que uno haya aprendido no le sirva para nada la próxima vez que la tristeza lo visite de improviso”. Pesé en ello, noche tras noche, en mi soledad, oyendo el ruido de las olas y el rugido del viento.

Nota: Los puntos suspensivos son míos, para no develar de qué muerte se trata.

Estimados lectores:

He terminado de leer «Tokio Blues», de Murakami.

Antes que nada, les comento que no deja de impresionarme la imaginación de Murakami. Todos los libros del autor japonés que leí hasta ahora comparten esas escenas misteriosas, tiempos que exceden el tiempo cronológico, personajes sensibles y ambientes reales, pero con un toque de fantasía.

Pero aunque los libros tienen elementos comunes, me sorprende que a Murakami se le ocurra escribir ciertas cosas que a mí jamás se me ocurrirían, a pesar de que la esencia de la trama sea algo tan simple como la soledad, la tristeza, la muerte o la búsqueda de la verdad.

Tokio Blues, narrado en primera persona, nos cuenta los sucesos que marcaron el paso de la adolescencia a la adultez de Watanabe, un muchacho solitario, introspectivo. Fue en esos años cuando Watanabe conoció la muerte de cerca, se sintió solo y simplemente se dejó llevar por la corriente, una corriente que lo empujó a estudiar una carrera que no le interesaba, a entablar amistad con personas con las cuales no tenía afinidad, a acostarse innumerables veces con mujeres desconocidas que no le interesaban, y a compartir un personal vínculo con una serie de mujeres que irán apareciendo en su vida.

Creo que de todo esto me fui dando cuenta al final, cuando la vida de Watanabe ya había se había perdido por estos senderos y buscaba encontrar su rumbo.

No sé si describiría el libro como lo hizo la persona que me lo regaló («nos permite apreciar las cosas pequeñas de la vida»). Me parece que más bien nos muestra lo que la tragedia y la soledad pueden hacer en las personas, generando sentimientos y padecimientos que muchas veces no se ven en la superficie.

En otro post les dejo una cita del libro.

Saludos.

Mercedes

Estimados lectores:

Les dejo una cita de «Tokio Blues» que me pareció preciosa. Triste, pero preciosa por su sencillez, intensidad y realismo.

El libro está narrado en primera persona. En este pasaje el narrador, Toru Watanabe, recuerda sus sentimientos de cuando tenía 17 años y sufrió el suicidio de Kizuki, su mejor (y único) amigo de la secundaria.

Sin embargo, por más que intentase olvidarlo, en mi interior permanecía una especie de masa de aire de contornos imprecisos. Ahora puedo traducirla en las siguientes palabras: «La muerte no existe en contraposición a la vida sino como parte de ella».

Expresado en palabras, suena a tópico, pero yo en ese momento lo sentía como una masa de aire en mi interior. La muerte estaba presente en el pisapapeles, en las cuatro bolas rojas y blancas alineadas sobre la mesa de billar. Y nosotros vivimos respirándola, y va adentrándose en nuestros pulmones como un polvo fino.

Hasta entonces había concebido la muerte como una existencia independiente, separada por completo de la vida. «Algún día la muerte nos tomará de la mano. Pero hasta el día en que nos atrape nos veremos libres de ella». Yo pensaba así. Me parecía un razonamiento lógico. La vida está en esta orilla; la muerte, en la otra. Nosotros estamos aquí, y no allí.

A partir de la noche en que murió Kizuki, fui incapaz de concebir la muerte (y la vida) de una manera tan simple. La muerte no se contrapone a la vida. La muerte había estado implícita en mi ser desde el principio. Y este era un hecho que, por más que lo intenté, no pude olvidar. Aquella noche de mayo, cuando la muerte se llevó a Kizuki a sus diecisiete años, se llevó una parte de mí.

Viví la primavera de mis dieciocho años sintiendo esta masa de aire en mi interior. Al mismo tiempo, intentaba no mostrarme serio, pues intuía que la seriedad no me acercaba a la verdad. Pero la muerte es un asunto grave. Quedé atrapado en este círculo vicioso, en esta asfixiante contradicción. Cuando miro hacia atrás, hoy pienso que fueron unos días extraños. Estaba en la plenitud de la vida y todo giraba en torno a la muerte.

Saludos.

Mercedes