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Category Archives: África

Estimados lectores:

Hace poco terminé «Paraíso», de Abdulrazak Gurnah, premio Nobel 2021.

La historia se desarrolla en África central, en los meses previos al inicio de la Primera Guerra Mundial. Comienza cuando unos pobres comerciantes de pueblo, imposibilitados de pagar sus deudas, entregan a su hijo de 12 años, Yusuf, a un rico mercader, a quien el niño cree como su tío.

Yusuf crecerá en el ambiente del comercio, viajando por el continente, descubriendo pequeñas tribus perdidas en el medio del desierto, con la creciente presencia alemana en la zona y tensiones propias de un mundo cerca de la guerra.

Yusuf, con ayuda del joven árabe Khalil, deberá aprender rápidamente cuál es su secundario lugar en la sociedad, y que la vida humana no vale nada. Especialmente determinadas vidas.

Muy buen libro, que retrata un lugar y época muy ajenos para muchos de nosotros.

Saludos.

Mercedes

Estimados lectores:

Hace ya varios días terminé «Americanah» de Chimamanda Ngozi Adichie.

La novela sigue a Ifemelu, una joven nigeriana que, luego de conseguir una beca de estudios, se traslada a Estados Unidos, para regresar 15 años después a su país natal.

En sus primeros años en Estados Unidos padecerá serias dificultades económicas, sentirá soledad y desarraigo, y sufrirá discriminación y exclusión por su condición de negra y encima africana. Canalizará sus experiencias en un blog sobre la raza, que la terminará volviendo relativamente famosa, y que le permitirá exponer la problemática racial en EEUU y tomar conciencia de la importancia de sus raíces.

Aunque llena de dudas, Ifemelu decide regresar a Nigeria, por su añoranza de las costumbres y personas de su país, y especialmente por el anhelo de su amor de la secundaria, Obinze, de quien también conocemos su experiencia como inmigrante, en este caso en Inglaterra, y que concluye abruptamente al cabo de unos pocos meses con su deportación a Nigeria.

Chimamanda Ngozi Adichie

La escritura no me pareció brillante, y creo que había algunos errores en la traducción, además de particulares expresiones intraducibles al español. De todas formas, me resultó sencillo de leer y muy recomendable.

La novela refleja por sobre todo los contrastes y claroscuros de la sociedad estadounidense, y particularmente los pormenores de los inmigrantes africanos, legales o ilegales, que son comunes para distintos países.

Resulta muy interesante la imagen del Estados Unidos actual, impregnado de conflictos raciales. Aunque se hagan esfuerzos por superalo, los negros siguen siendo discriminados, menospreciados y segregados en distintas órbitas de la vida.

Saludos.
Mercedes

Estimados lectores:

En estos días retomé el libro que había abandonado, por haberlo transitoriamente perdido: «Memorias de un tratante de esclavos», de Théodore Canot. En el libro el autor narra su propia historia como comerciante de esclavos entre 1820 y 1840. Théodore fue un importante esclavizador en la zona de Guinea, Liberia y Sierra Leona, ocupándose de la obtención de esclavos en África y su transporte a América.

En el libro nos encontramos con detalles de las implicancias del tráfico de esclavos: aspectos legales, conflictos con los locales y con otras nacionalidades, motines, enfermedades, luchas de poder, piratería y permanentes saqueos.

Pero también nos ofrece muchas imágenes de la diversa población africana: conflictos entre tribus, rituales, rasgos culturales, canibalismo, matrimonio, costumbres, vestimenta, etc.

Es un libro bastante corto y que se lee rápido. Le falta quizás un poco de habilidad narrativa para hacer más amena la lectura.

No deja de impresionarme la naturalidad con la que Canot narra algunos hechos, como las pésimas condiciones de vida y transporte de los esclavos, los asesinatos masivos o las torturas. Evidentemente era una época en la cual los negros prácticamente no eran personas, y como reflejo del pensamiento y formas de vida de la época resulta muy interesante el libro.

Saludos.
Mercedes

Estimados lectores:

El nuevo libro es “Memorias de un tratante de esclavos”, de Théodore Canot. En un momento en que no tenía nada que leer, lo encontré por casualidad perdido en una biblioteca, me interesó el tema y lo empecé a leer.

Memorias de un tratante de esclavos

En el libro, Théodore nos cuenta sus aventuras desde que de joven decide dedicarse a la navegación, en 1819, unos años después de la muerte de su padre en la batalla de Waterloo.

Sus viajes incluyen ser capturado por un grupo de piratas sin escrúpulos en Cuba, ser rescatado por un navío colombiano, conocer el trágico destino de los esclavos africanos, encuentros cercanos con la muerte, la injusticia y la impunidad.

Al ser una historia real, narrada en primera persona por su protagonista, transmite una emoción particular, reflejando las vivencias de una época.

Saludos.

Mercedes

Estimados lectores:

He terminado de leer “Ébano”, de Ryszard Kapuściński.

El libro es precioso, para disfrutar cada palabra. Está compuesto por una treintena de pequeños relatos que son más bien fotos o postales de distintos países de África, en diferentes años, desde 1950 hasta 1994.

Cada uno de los relatos es a la vez una foto y parte de una película, porque a través de cada uno de ellos ingresamos en una partecita muy íntima y privada de ese enorme y diverso continente que es África. Así vemos pintorescos personajes locales, rituales, discriminación y guerras, miseria, hambre y sed, y una variedad de relaciones humanas.

Pero también la riqueza está en el conjunto de estas visiones parciales, en ese sabor que nos queda luego de terminar de leer el libro y saber que ahora conocemos un poco más la realidad de África.

Justo el fin de semana vi un excelente documental biográfico del fotógrafo brasilero Sebastião Salgado (“La sal de la tierra”), que me recordó mucho al trabajo de Kapuściński. Porque sentí que ambos hacían lo mismo: retratar. Pero no retratos comunes; se trata de extractos de realidad, transparentes y sencillos, que sin necesidad de explicaciones o de elaboradas frases, reflejan de manera perfecta lo que percibimos con nuestros sentidos.

Les dejo algunos extractos del libro, acompañados de fotos de Salgado. Varios son del último relato, “En África, a la sombra de un árbol”, que me pareció bellísimo. Encontré una página que lo reproduce completo, por si lo quieren leer: https://cronicasperiodisticas.wordpress.com/2010/09/12/en-africa-a-la-sombra-de-un-arbol/

Citas

“Entre ellos todo se mide por el valor de los camellos: la riqueza, el poder, la vida. Sobre todo la vida. Si Ahmed mata a un miembro de otra familia, la suya tiene que pagar a la del muerto una indemnización. Si ha matado a un hombre, cien camellos; y si a una mujer, cincuenta. Si no, ¡habrá guerra!”.

“Les explico a los escoceses que las demandas de sus interlocutores son consecuencia de la convicción, que comparten muchos africanos, de que el blanco lo tiene todo. En cualquier caso, que tiene mucho más que el negro. Y si en su camino aparece un blanco, es como si la gallina le pusiera al africano un huevo de oro. Tiene que aprovechar la oportunidad, no puede dormirse, dejar pasar la ocasión. Tanto más cuanto que mucha de esa gente realmente no tiene nada, necesita de todo y anhela muchas cosas”.

Salgado

“Pues bien, ha caído la noche, estamos sentados bajo un árbol enorme y una muchacha me ofrece un vaso de té. Oigo hablar a gentes cuyos rostros, fuertes y brillantes, como esculpidos en ébano, se funden con la inmóvil oscuridad. No entiendo mucho de lo que dicen pero sus voces suenan serias y solemnes. Al hablar se sienten responsables de la Historia de su pueblo. Tienen que preservarla y desarrollarla. Nadie puede decir: leedla en los libros, pues nadie los ha escrito; no existen. Tampoco existe la Historia más allá de la que sepan contar aquí y ahora. Nunca nacerá esa que en Europa se llama científica y objetiva, porque la africana no conoce documentos ni censos, y cada generación, tras escuchar la versión correspondiente que le ha sido transmitida, la cambia, altera, modifica y embellece. Pero por eso mismo, libre de lastres, del rigor de los datos y las fechas, la Historia alcanza aquí su encarnación más pura y cristalina: la del mito”.

(…) “Es extraño, aunque rigurosamente cierto a un tiempo, que la vida del hombre dependa de algo tan volátil y quebradizo como la sombra (de un árbol). Por eso el árbol que la proporciona es algo más que un simple árbol: es la vida. Si en su cima cae un rayo y el mango se quema, la gente no tendrá dónde refugiarse del sol ni dónde reunirse. Al serle vetada la reunión, no podrá decidir nada ni tomar resolución alguna. Pero, sobre todo, no podrá contarse su Historia, que sólo existe cuando se transmite de boca en boca en el curso de las reuniones vespertinas bajo el árbol. Así, no tardará en perder sus conocimientos del ayer y su memoria. Se convertirá en gente sin pasado, es decir, no será nadie. Todos perderán aquello que los ha unido, se dispersarán, se irán, solos, cada uno por su lado. Pero en África la soledad es imposible; solo, el hombre no sobrevivirá ni un día: está condenado a la muerte. Por eso, si el rayo destruye el árbol, también morirán las personas que han vivido a su sombra. Y así dicho: el hombre no puede vivir más que su sombra”.

“El desierto te enseñará una cosa: que hay algo que se puede desear y amar más que a una mujer. El agua”, dicho al autor del libro por Ogotemmeli, el sabio del pueblo dogon que habita en Mali.

Salgado 3

“El mundo del africano medio es diferente; es un mundo pobre, de lo más sencillo y elemental, reducido a unos pocos objetos: una camisa, una palangana, un puñado de grano, un sorbo de agua. Su riqueza y diversidad no se expresan bajo una forma material, concreta, tangible y visible, sino en esos valores y significados simbólicos que dicho mundo confiere a las cosas más sencillas, tan baladíes que son inapreciables para los no iniciados”.

“El racismo, el odio hacia el otro, el desprecio y el deseo de erradicar al diferente hunden sus raíces en las relaciones coloniales africanas. Allí, todo esto ya había sido inventado y llevado a la práctica siglos antes de que los sistemas totalitarios modernos trasplantasen aquellas sórdidas e infames experiencias a la Europa del siglo XX”.

“El espíritu de África siempre se encarna en un elefante. Porque al elefante no lo puede vencer ningún animal. Ni el león, ni el búfalo, ni la serpiente”.

Salgado 2

Estimados lectores:

Les dejo una cita de Ébano, de Ryszard Kapuscinski. Si bien es un capítulo sobre Ruanda, aplica a muchos países de África.

El viaje por el mundo es un peregrinar de una provincia a otra, y cada una de ellas es una estrella solitaria que brilla sólo para sí misma. Para la mayoría de la gente que vive allí, el mundo real se acaba en el umbral de su casa, en el límite de su aldea o, todo lo más, en la frontera de su valle. El mundo situado más allá no es real ni importante, ni tan siquiera necesario, mientras que el que se tiene a mano, el que se abarca con la vista, aumenta ante nuestros ojos hasta alcanzar el tamaño de un cosmos tan inmenso que nos impide ver todo lo demás. Ocurre a menudo que el habitante del lugar y el que llega desde lejos tienen grandes dificultades a la hora de encontrar un lenguaje común, pues cada uno de ellos se sirve de una óptica diferente para mirar el mismo paisaje. El visitante usa un gran angular, que le da una imagen alejada y reducida y, en contrapartida, una larga línea de horizonte; en tanto que el interlocutor local siempre ha usado un teleobjetivo o incluso un telescopio, que aumenta hasta el detalle más insignificante.

Saludos.

Mercedes

Estimados lectores:

Hace algunos días he concluido de leer “El papiro de Saqqara”, de Pauline Gedge. A continuación síntesis y comentarios.

Síntesis del libro

La novela se desarrolla en la ciudad de Menfis, en la época del reinado del faraón egipcio Ramsés II (1279 AC – 1213 AC). Tiene por protagonista principal a Khaemuast (o Jaemuaset, según Wikipedia), afamado médico, sacerdote y hechicero, hijo de Ramsés II, y a su familia: su esposa Nubnofret y sus hijos adolescentes Hori y Sheritra.

Antes de continuar aclaro que, si bien los personajes principales han existido, esta no se trata de una novela histórica, sino que la trama es completamente ficticia.

El eje central de la historia es el Papiro de Thot, un místico manuscrito con un encantamiento que en teoría podría resucitar a los muertos. Khaemuast, como mago que es, se encuentra obsesionado por encontrar este Papiro, aunque sin prever las negativas consecuencias que tal hallazgo tendría en su vida.

Para ocupar su tiempo Khaemuast tomó como tarea primordial el “embellecimiento de las tumbas”, lo que implica su apertura, refacción y posterior resellado. En uno de estos trabajos descubre una misteriosa tumba, en cuyo interior encuentra un papiro escrito en un extraño y parcialmente incomprensible lenguaje. Khaemuast lee en voz alta el contenido del papiro, sin saber que lo que estaba leyendo era el famoso encantamiento del Papiro de Thot.

Repentinamente aparecen en escena tres extranjeros recién llegados a la ciudad: una bellísima mujer, su hermano y su hijo, infiltrándose en la vida de la familia de Khaemuast, quien se enamora perdidamente de la misteriosa mujer al punto de tomarla como segunda esposa.

Pero algo parece nunca cerrar en la historia de estos tres nuevos personajes, lo cual es develado al final del libro, pero que fácilmente en las primeras páginas podemos imaginar: Los tres misteriosamente atractivos foráneos son en efecto los muertos resucitados por Khaemuast con la lectura del hechizo.

Comentarios

En contra de lo que habitualmente hago, ya he revelado el final del libro, y esto es simplemente porque me pareció tan evidente que no amerita un mayor misterio.

El libro está bien escrito y es relativamente sencillo de leer. Tiene un pequeño mapa en las primeras páginas y un detalle de los personajes y su rol en la historia. Comienza algo aburrido y con poca acción, pero a medida que se avanza se torna bastante interesante.

Fue una gran decepción para mí que resultara ser una novela completamente ficticia, con una trama no muy disímil de la de cualquier otro “thriller”, con el aditamento de que se desarrolla en una época pasada que a mí particularmente me fascina. Es por esto que rescato las referencias a los dioses egipcios, los rituales practicados y a la forma de vida de la época, aunque fuera básicamente de la gente rica y de la realeza, que son los protagonistas de la historia.

A pesar de que el libro es interesante, no lo recomendaría. A los amantes de las novelas históricas es muy poco lo que nos aporta; para los que buscan “thrillers” creo que sería también decepcionante, ya que el final es extremadamente predecible y la tensión de la obra ni se acerca a la lograda por otros autores del género.

 

Mi próximo libro, que ya comencé a leer de hecho, es “La nueva intolerancia religiosa”, de la filósofa Martha C. Nussbaum. Pronto tendrán la síntesis y biografía de la autora.

Saludos,

Mercedes

Estimados lectores:

El papiro de SaqqaraActualmente me encuentro leyendo «El papiro de Saqqara», de Pauline Gedge. A continuación lo que dice la contratapa:

Antiguo Egipto. Mil doscientos cincuenta antes de Cristo. El príncipe Khaemwaset, hijo de Ramsés II, es rico, influyente y respetado en todo el reino por sus conocimientos de medicina y sus asombrosos poderes mágicos. Pero un secreto deseo lo corroe: encontrar el enigmático papiro de Saqqara que dará al que lo posee el poder de resucitar a los muertos alcanzando también su propia inmortalidad. Buscando entre las ruinas de la alta planicie de Saqqara, el príncipe pugna por hacer su sueño realidad, sin tener en cuenta que entre las tumbas hay otras fuerzas oscuras que jamás debieron ser despertadas.

Debo decir que por el momento el libro no me está gustando demasiado. No llega a estar encuadrado en ningún género: no es novela histórica, porque los hechos son ficticios e inverosímiles por momentos; no es una novela de suspenso (por ahora por lo menos no lo es); tampoco hay demasiada aventura… En fin… Habrá que tener paciencia para encontrar lo que el libro tiene para ofrecer al lector.

A continuación biografía de la autora (de Wikipedia):

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Pauline Gedge nació el 11 de diciembre de 1945 en Auckland, Nueva Zelanda. Pasó una parte de su niñez en Oxfordshire, Inglaterra, antes de que su familia se trasladara a Manitoba y finalmente se asentara en Alberta, en 1966.

Pauline cursó sus estudios en la Universidad de Manitoba y en la escuela de maestros de Nueva Zelanda.

Durante años, Gedge escribió poesía que no ha llegado a publicarse. Durante la primera parte de la década de 1970, cultivó ficción contemporánea, hasta que decidió dedicar su obra a la novela histórica inspirada en la época del Antiguo Egipto. Su primera novela publicada, La Dama del Nilo se basó en la figura histórica de Hatshepsut, la única mujer que ejerció como faraón. Escribió la novela en seis semanas y con ella ganó el concurso de nuevos novelistas de Alberta en 1977.

El águila y el cuervo recibió el premio Jean Boujassy de la Société des Gens de Lettres en France y “El Faraón” ganó el premio a la mejor novela del año de la Asociación de Escritores de Alberta.